Cómo desarrollar un caso de estudio para tu web
Marketing 22/11/22 Guillermo Fresinga 4 min de lectura
Los casos de estudio son métodos eficaces para que tus leads den el salto y contraten tus servicios o compren tus productos. Te contamos cómo trabajarlos.
Dentro de las distintas estrategias de marketing de contenidos, los casos de estudio son uno de los grandes protagonistas. Son contenidos que muestran tu trabajo en la vida real. Por ejemplo, una agencia de publicidad podría analizar una campaña muy exitosa; un estudio de arquitectura, el proceso de construcción de un proyecto; un productor musical, los detalles de la grabación de un álbum.
Los casos de estudio son muy importantes porque resaltan varios aspectos de tu negocio en los prospectos más cercanos a la compra o contratación de tus productos o servicios:
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Reafirma qué tipo de trabajo hace tu compañía.
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Establece confianza, ya que muestra tu especialidad en acción.
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Muestra a tu negocio como un líder o experto en su industria.
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Da firmeza y sustento a tu producto o servicio.
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Permite que el prospecto vea su situación “reflejada” en el caso.
No dejes de sumar este tipo de materiales en tu blog corporativo y en tus redes sociales. Son muy relevantes para tus clientes actuales y potenciales. A continuación hablaremos de los distintos tipos de estructuras y formatos que pueden tener y distintas maneras de desarrollarlos.
Casos de estudios: formatos
Es muy común encontrar estos tipos de contenidos en distintos formatos. Dependiendo la industria, el ejemplo puede ser más fácil de mostrar de una o de otra manera: el caso de una pauta digital que resultó en grandes beneficios para un anunciante, será difícil de mostrar en imágenes, pero muy simple en video o en texto; en cambio, un proyecto arquitectónico sí podría explicarse mejor gráficamente.
Por otro lado, muchas veces es recomendable que el caso de estudio se trabaje de forma transmedia. Es decir, si realizamos un posteo escrito para blog, podemos acompañarlo con un video y con imágenes que sustenten al texto. Luego, todo ese material audiovisual podrá utilizarse en redes sociales como Instagram, donde el contenido de ese estilo prima por sobre lo escrito.
Los formatos pocas veces restan: cuanto más se realice para visualizar y explicar la situación con claridad, mejor será y más veracidad otorgará al caso. Sin embargo, estos tienen distintas estructuras para ser eficaces.
Estructura típica [en texto]
Un tipo de distribución de información clásico en contenidos escritos sería el siguiente:
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La presentación del problema que trajo el cliente y su importancia. Por ejemplo, imaginemos el caso de una restauración arquitectónica de una edificación de valor cultural: qué problemas tenía la estructura del edificio, qué importancia tiene esa construcción y qué beneficios culturales, económicos y sociales tiene el trabajo
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El desarrollo de la solución propuesta por nuestra organización, con detalles acerca de por qué la elegimos y cómo la implementamos. Siguiendo el ejemplo anterior, podría ser qué tipo de ambientes se restauraron, de qué manera, por qué y cómo se llevó adelante el trabajo.
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La exposición de los resultados luego de implementar la solución, de ser posible con información certera, datos duros y/o visuales. Entonces, en el ejemplo, se deberían mostrar los resultados visuales de la restauración y otros indicadores que muestren el cambio positivo generado.
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Como cierre, el testimonio del cliente, que refleje cómo trabajamos.
Estructura típica [en video]
El video es levemente distinto que el texto. En este caso, hay que retener la atención del oyente de forma mucho más potente y visual. La razón: en el texto nos podemos saltar líneas o secciones hasta la parte que nos interesa, pero en un formato audiovisual es más difícil.
En este caso también servirá el órden que vimos anteriormente, sin embargo, al ser un contenido visual, es necesaria la aplicación de ciertas tácticas para mantener al oyente atendiendo. Algunos de esto ganchos son:
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Preguntas directas al comienzo del video.
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Imágenes contundentes que muestren el contenido.
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Palabras claras y secciones poco extensas.
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Cambio rápido de imágenes.
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Cambios de tonos.
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Pocas imágenes estáticas.
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Soporte visual que acompañe lo dicho.
Este es un ejemplo de caso de estudio de una agencia de publicidad en formato video:
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Guillermo Fresinga
Gestión de proyectos y procesos en titular.com