Qué, cómo, por qué: la respuesta a todas las preguntas sobre Business Intelligence.
El manejo de datos y herramientas digitales hoy en día está muy desarrollado. Las compañías se han servido de su utilidad para empezar a tomar decisiones de forma más acertada, analizando el mercado y los resultados para alcanzar mejores maneras para perseguir sus objetivos comerciales. Es por eso que la inteligencia de negocios o Business Intelligence (BI) emerge como una estrategia indispensable. ¿De qué trata? Básicamente, buscar convertir información en conocimiento accionable. Desde la visualización de datos hasta el análisis predictivo, el BI ofrece un panorama completo que impulsa la toma de decisiones estratégicas.
En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el Business Intelligence, cómo se aplica en diferentes contextos y cómo las plataformas que lo trabajan están revolucionando el panorama empresarial.
¿Qué es el Business Intelligence?
La inteligencia de negocios o BI es el proceso de recopilar, organizar, analizar y presentar datos para ayudar a las organizaciones a tomar decisiones informadas. Implica el uso de software y herramientas especializadas para convertir datos brutos en información significativa y perspicaz. El Business Intelligence permite a las empresas obtener una comprensión profunda de su desempeño y entorno, ganando confianza en la elección de rumbos, optimizando operaciones y hasta identificando nuevas oportunidades de mercado.
Aplicaciones del Business Intelligence
El Business Intelligence encuentra aplicaciones en una gama de áreas muy variada, como:
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Optimización de procesos empresariales: identificar y corregir cuellos de botella, mejorar la eficiencia operativa, identificar desvíos de un plan de negocio (bajo la metodología mensual Rolling Forecast) y reducir costos.
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Análisis de mercado: evaluar el rendimiento de productos, P&L, identificar tendencias del mercado y anticipar demandas futuras.
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Gestión de clientes: segmentar clientes, personalizar experiencias y mejorar la retención y lealtad del cliente.
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Toma de decisiones estratégicas: proporcionar información oportuna y precisa para decisiones comerciales clave, como expansión, diversificación y fusiones.
Componentes clave del BI
El primer paso en el proceso de inteligencia de negocios implica la recopilación de información de diversas fuentes, incluidas bases de datos, archivos, sistemas ERP y aplicaciones web.
Existen distintas fuentes: desde datos duros que las plataformas de IT o de marketing pueden ofrecer hasta información más blanda o particular que pueden dar las encuestas a clientes, por ejemplo.
Se puede hacer uso de:
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Sistemas propios (un ERP o un CRM, por ejemplo).
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Proveedores de información.
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Sensores en los equipos de producción.
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Encuestas.
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Entre otros.
El procesamiento
Una vez recopilados, los datos se procesan y agrupan en data lakes, donde pueden ser accesibles y utilizables para análisis posteriores. El orden y la categorización correcta es fundamental para hacer de todo ese volumen de información algo útil, como también la optimización de dicho corpus.
De la misma manera que ocurre con los papeles en la oficina, si no se puede encontrar lo que se necesita o bien se pierde tiempo valioso de trabajo o los esfuerzos de análisis serán desorganizados o en vano.
Puede ser muy útil la aplicación de herramientas digitales para el procesamiento. Estas, ya diseñadas para las tareas consecuentes, pueden aportar una estructura definida de organización y visualización que es muy positiva para la lectura.
Se pueden usar parámetros para el almacenamiento, y así hacer que las consultas posteriores sean más dinámicas y flexibles; un ejemplo de ello sería la inclusión de intervalos de fechas, la especificación de la ruta del archivo o la definición de la cadena de conexión de la fuente de datos.
El análisis
Este es el corazón del BI. El análisis de datos no es solo: sin los pasos anteriores, sería imposible. Sin embargo, es aquí donde el esfuerzo de la recolección y la organización de información cobra relevancia. En este punto, se hace uso de la minería de datos y análisis predictivo para descubrir patrones, tendencias y relaciones significativas. Se pueden determinar estrategias a mejorar, mercados a atacar, productos que sumar o restar y demás.
Como Excel y otros sistemas similares tienen limitaciones para aplicar en este punto, es muy recomendable usar herramientas como PowerBI no solo para recopilar información, sino también para potenciar la observación. Estas deben ser sencillas de utilizar, pero deben ofrecer la posibilidad de personalización y complejización óptimas (por ejemplo, con la integración de tecnologías más complejas como Python).
Los datos se analizan primero determinando un objetivo: qué es lo que se quiere conseguir. Luego viene la lectura propiamente dicha, donde se utilizan técnicas como OLAP (Procesamiento Analítico en Línea), que permite a los usuarios explorar los datos desde diferentes perspectivas, realizar estudios complejos y obtener información valiosa para la toma de decisiones estratégicas.
Visualización de datos
Este es el punto final del proceso, no menos importante que las etapas anteriores. La información resultante se debe presentar de manera visual a través de tableros interactivos, gráficos y cuadros de mando que faciliten la comprensión y la toma de decisiones rápida y efectiva.
En este punto también es recomendable aprovechar las posibilidades que las herramientas digitales de BI pueden aportar.
PowerBI y otras plataformas
PowerBI, desarrollado por Microsoft, es una de las plataformas líderes en el mercado de inteligencia de negocios. Ofrece una amplia gama de capacidades, desde la conexión y transformación de datos hasta la visualización interactiva y el análisis avanzado. Su integración con otras herramientas de Microsoft, como Excel y Azure, lo hace especialmente atractivo para las empresas que ya operan en el ecosistema Microsoft.
Utiliza un sistema llamado Power Query que aporta un editor que trabaja bajo el proceso ETL que facilita la extracción, la transformación y la carga de la información para el análisis, optimizando incluso la limpieza de la base de datos con sistemas de inteligencia artificial para poder programar dicho proceso.
También incluye DAX, que es el lenguaje de fórmulas más empleado para realizar cálculos en memoria de diversos tipos. Abarca desde funciones fundamentales universales hasta herramientas matemáticas, estadísticas y de inteligencia temporal más complejas. Además, este lenguaje está diseñado para minimizar la carga cognitiva del desarrollador o analista, al tiempo que conserva la facilidad de uso de la plataforma en su totalidad.
Finalmente, tiene disponibles más de 20 tipos de gráficos y segmentadores para dar el diseño de información que se desee. Además, tiene integración con gráficos externos y bibliotecas de Python y R, dos tecnologías ampliamente empleadas en el análisis avanzado de datos.
Otros sistemas destacados son Tableau, QlikView y IBM Cognos, cada uno con sus propias fortalezas y características distintivas. Sin embargo, lo que todas estas plataformas tienen en común es su capacidad para empoderar a las organizaciones con información crítica para el éxito empresarial.
Un partner de confianza: la clave
El Business Intelligence es mucho más que una simple recopilación y presentación de datos; es un proceso integral que impulsa la toma de decisiones informadas y la innovación empresarial.
Un aspecto fundamental para aprovechar al máximo el Business Intelligence es contar con un partner de confianza que brinde soporte y asesoramiento experto en la implementación y el uso de las herramientas, como PowerBI. Este partner no solo proporciona la tecnología necesaria, sino que también ayuda a las organizaciones a desarrollar una estrategia de inteligencia de negocios efectiva, personalizada según sus necesidades y objetivos específicos para desbloquear el verdadero potencial de sus datos y alcanzar nuevos niveles de éxito en un mundo cada vez más competitivo.
Si te interesa empezar a trabajar la inteligencia de negocios en tu empresa, ponte en contacto con nosotros para establecer un plan de acción:
